Diferencias entre un abogado y un procurador

Diferencias entre un abogado y un procurador. ¿Cuándo contratarlos?

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Diferencias entre un abogado y un procurador, muchas veces, las personas suelen confundirse con la figura del abogado y del procurador, puesto que su cotidianidad está alejada del mundo jurídico, por lo que no comprenden las diferencias entre ambas figuras del Derecho, pese a que realmente son profesionales que participan de las actividades propias de las ciencias jurídicas y tienen un rol enmarcado en el ordenamiento jurídico.

Entonces, si usted por algún motivo participa de un proceso de corte judicial o si estudia la profesión del derecho, puede ser de mucha utilidad que conozca en que se diferencia la actuación o desenvolvimiento de un abogado y un procurador, en cuanto a sus responsabilidades y la formación académica que ambos actores deben tener para cumplir con sus funciones.

¿Qué es un procurador?

Un procurador se encarga de representar al cliente en los juzgados, para efectos de tramitación de cualquier notificación emitida desde el juzgado y que las mismas lleguen a manos de los abogados. Asimismo, se avoca a recolectar la información de estos últimos para llevarlas a las instancias que forman parte del poder judicial. Con algunas excepciones, es obligatoria la participación de un procurador en aquellos procedimientos vinculados con la jurisdicción civil, sobre todo si quien inicia una querella por la vía penal. Pero en los procedimientos de corte laboral, la actuación de un procurador no es necesaria.

Funciones de un procurador

Ya hemos comprendido que el procurador representa al cliente ante un juzgado y para que ese acto posea un valor legal, este debe darle al procurador su información notarial, procedimiento que se debe hacer a través de un notario, lo que implica una serie de gastos para costear estos trámites, solo que no es la única forma porque dentro del ordenamiento jurídico vigente en España, se contemplan otros métodos.

Prácticamente, el procurador se pone en contacto con los abogados, porque cuenta con las facultades que le permiten hacerle saber a cada cliente lo que exige el juzgado y para proveerle al juez la documentación que prepara el abogado. Por eso, su misión principal es facilitar la transferencia de información entre una parte y la otra, buscando agilizar el proceso judicial.

¿Qué es un abogado?

Públicamente son más conocidos que los procuradores, porque primordialmente asumen la defensa del cliente, para lo que construyen una estrategia con la finalidad de lograr la justicia ante un juzgado y frente a una contraparte que puede ser una empresa, una institución estatal o un particular (por citar algunos ejemplos), a favor de su defendido, ya sea una persona jurídica o física. En este sentido, el abogado prepara la documentación que sea necesaria con el propósito de persuadir al juez para que decida en favor de los intereses que tiene su cliente,

Por otra parte, los abogados no solamente defienden a cualquier persona en los tribunales, ya que están capacitados para redactar documentos de índole mercantil, penal, civil, así como proporcionar asesoramiento legal con carácter preventivo, participar en rol de mediador dentro de cualquier conflicto, entre otras cosas. Incluso, puede ser fiscal y realizar imputaciones o acusaciones a personas físicas o jurídicas.

Funciones del abogado

Dentro de un procedimiento judicial, el abogado debe defender a sus clientes en los procedimientos judiciales. Buscando cumplir esto, tienen que pensar en un plan estratégico con el que determinarán los pasos que se ejecutarán en el proceso, con el propósito de aumentar las posibilidades que el juez falle a favor de su cliente.

Otros asuntos que atiende el abogado, consisten en:

+Asesoría acerca de operaciones de compraventa de bienes inmuebles, u otra clase de transacciones inmobiliarias.

*Redacción de contratos públicos o privados.

*Creación de recursos para la ejecución de diversos procesos administrativos como pueden ser las expropiaciones forzosas.

*Tomar parte en negociaciones de derechos con carácter laboral, lo que puede abarcar incapacidades, jubilaciones, entre otros.

*Participar en procesos jurídicos referentes a cuestiones hereditarias, como la redacción de testamentos y el establecimiento de particiones hereditarias.

* En el aspecto empresarial, el abogado se encarga de registrar empresas, concertar cierres contables por quiebra, reorganizar accionistas y sus respectivos porcentajes de participación en una sociedad mercantil determinada, así como resolver asuntos legales entre compañías.

*En el caso de un siniestro o accidente, el abogado puede hacer un reclamo de las indemnizaciones a las que haya lugar, a las aseguradoras.

*Gestionar derechos de propiedad intelectual (derechos de autor), e industrial (patentes).

Diferencias entre el abogado y el procurador

Las tareas que ambos hacen para el cliente son la diferencia entre ambos actores. Por eso, sus funciones no son compatibles ya que el abogado no puede realizar el papel de representador, cuando el proceso necesite la figura de un procurador, mientras que este último no puede dedicarse a defender a su cliente o interrogar a un testigo, ya que eso es labor de un abogado.

¿Ambos profesionales cuentan con la misma formación académica?

Si usted desea desempeñar las funciones de abogado o procurador, debe poseer el Grado o Licenciatura en Derecho. Sin embargo, aparte de este nivel académico, se debe especificar a nivel de formación en posgrado, porque para los procuradores, es pertinente que tengan un título de Máster de acceso a la Procura. Mientras que, con los abogados, sucede que el interesado debe contar con un Máster de acceso a la Abogacía, que le brinda la capacidad para defender a su cliente dentro de un juzgado, aunque ciertamente que cualquier abogado se especializa en un área jurídica concreta.

Desde el punto de vista de los honorarios profesionales, el procurador no puede percibir lo que mejor le parezca, así como lo hacen los abogados, porque las tarifas de los mismos quedan sujetas a lo establecido por el Real Decreto 1373/2003 de 7 de noviembre, con el que están contempladas las retribuciones mínimas y máximas, aranceles fijados en un 12% con respecto a lo que se estipula por cada servicio.

En fin, ya se tienen las diferencias entre un abogado y un procurador. Lo importante es determinar que sus funciones son diferentes y de paso, incompatibles.