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El control social de Internet, muy pocas personas están realmente al tanto de lo que hacen las corporaciones de servicios electrónicos más importantes: Espiar las actividades que hacemos en Internet de forma constante. Ya sea Apple, Amazon, Facebook o Google, estas empresas siempre andan pendientes de las búsquedas que hacemos, las páginas webs que en un momento dado visitamos, los productos que miramos en una tienda online, el lugar en dónde nos encontramos, entre otras cosas. La cuestión consiste en que son datos recolectados de manera anónima, sin importar que el usuario sea una figura pública o alguien que no tenga mucha relevancia social, porque a la final de cualquier manera le harán llegar contenidos personalizados mientras está navegando en Internet.
Por eso, aunque nos cueste creerlo, Internet ejerce sobre nosotros un gran control de cada una de nuestras acciones a realizar, lo cual, podemos evidenciar con los resultados que obtengamos en las búsquedas que realicemos con los distintos motores dispuestos para esto en la red de redes. Por ejemplo, si tienes en mente indagar para encontrar algún alojamiento en Ibiza en donde te hospedarás el próximo verano, independientemente que hayas decidido contratarlo o no, durante días te estarán abordando con ofertas de esta índole, así hayas decidido borrar las cookies.
Igual situación podría sucederte si decides entrar en una tienda online para ver un producto determinado. No obstante, si la final no compraste nada, recibirás poco después un correo electrónico cuyo contenido será acorde a lo que hayas tratado de adquirir, presentándote de esta forma un conjunto de diferentes ofertas. De esta forma es que circula la información disponible en Internet, algo que podría suponer un inconveniente aunque parezca inverosímil.
Si decidimos entrar a una red social como Facebook, y en nuestro perfil o en cualquiera de sus páginas agregamos un comentario o una foto, este no llega directamente a nuestros contactos, conocidos o amigos. Realmente pasa al control de esta empresa que se encargará de su distribución posterior, porque toma este contenido como un bien de su propiedad. Es algo que realizan con la finalidad de determinar a través de un conjunto de algoritmos, las preferencias y gustos del usuario, sacando así beneficios económicos sin su consentimiento.
Al hacer clic sobre diversos enlaces o links, a largo plazo con esa información que tienen sobre todos los que hacen vida en estos espacios virtuales, podrán personalizar las impresiones acerca de las cosas o contenidos que demandamos. Si un usuario simpatiza con un partido político determinado y frecuentemente verifica diversos contenidos que una red social como Facebook comparte sobre dicha agrupación, entonces en esta web dejarán de mostrar mensajes de otras organizaciones de esta índole, por lo que el usuario perdería la posibilidad de ver otros pensamientos políticos que tendrían sus amigos o contactos. De esta manera, Facebook se tomaría la atribución de decidir por el usuario lo que puede o no puede ver.
Con Google puede pasar lo mismo
En los inicios de sus actividades a finales de la década de los años 90 del siglo XXI, lo que conocíamos de Google no era otra cosa que un buscador sencillo, cuya popularidad aumentaba paulatinamente porque con rapidez y practicidad, nos encontraba las web-sites que deseábamos ubicar.
Pero el tipo de resultados de búsquedas que en la actualidad podemos obtener con una indagación sencilla se diversificaron, porque más allá de proveernos de la información que necesitemos, pareciera que nos diera una serie de órdenes al decirnos los sitios en los que debemos comer, eligiendo la música que supuestamente queremos escuchar, etiquetando las fotos que hayamos subido a la red de redes para asociarlas con algún conocido o familiar que en estas aparecen, sugiriéndonos los vídeos o películas que quisiéramos ver o las apps que intentemos descargar. Es un control de la cotidianidad de cada quien a distancia.
En el caso de Google las cosas no variarían mucho. Una muestra de ello es que dos personas podrían hacer una búsqueda usando el motor que esta empresa de servicios online pone a disposición del público, arrojando resultados distintos en cada caso, ya que todo dependerá de los contenidos previamente consultados en la red de redes, algo de lo que estaría al tanto Google con el rastreo previo del historial de navegación del usuario.
Ahora bien. ¿Te has preguntado por qué Google ofrece de manera gratuita la gran mayoría de sus productos y servicios? La verdad es que sus ingresos los obtiene comercializando la información obtenida a empresas y anunciantes a modo de anuncios con contenidos ajustados a las preferencias de cada usuario y la empresa que adquiere la información consigue acceder a la misma.
A las empresas que invierten dinero en estos anuncios no les importa saber realmente la identidad de los usuarios, sino que el contenido de estos llegue a cada persona que hace vida en Internet mediante la cuenta de Google, el GPS del móvil y la dirección IP de su dispositivo. Es fundamental que la información del anuncio se mantenga acorde a los gustos, hábitos de consumo y el sitio donde se encuentre la persona que recibe el contenido.
Por ejemplo, una persona que es inversionista en un modelo de negocio particular, podría interesarse en leer noticias o contenidos acordes con una suerte de optimismo hacia el comportamiento del mercado, por lo que el motor de búsqueda de Google lo referiría hacia esa tendencia informativa. De esta manera el usuario cree que está viendo lo que le interesa. Lo que no sabe, es que existe una especie de configuración automática de distribución y tratamiento de los contenidos con un sesgo informativo implícito, porque el usuario podría no discernir entre una cantidad amplia de información ya que sin que se percate, le imponen lo que supuestamente pudiera ser relevante según sus intereses, cuando lo que toman en cuenta es su historial de búsquedas y el perfil psicológico que presente.
Se piensa que con Google Analytics puede pasar algo similar, resultando como evidencia de ello lo ocurrido con la fluctuación del valor de ciertos criptoactivos como el Bitcoin, cuyo valor se incrementó soberbiamente durante los meses de noviembre y diciembre de 2017, período de tiempo en el que muchos usuarios hacían búsquedas en Internet sobre este tema. Pero en enero de 2018, el interés por este asunto descendía y los precios de las criptomonedas casualmente bajaban.
Esto nos enseña que en Internet existen muchas formas de manipular al público, para que acepten determinadas cosas sobre hechos concretos o visualicen puntos de vista que respondan a intereses de grupos de poder y que al mismo tiempo, sean lejanos a planteamientos alternativos que quizás son más cercanos a realidades más sinceras de muchos ciudadanos.
Una clave en todo esto: Inteligencia Artificial
Hace más de cinco décadas, Marvin Lee Minsky (científico matemático que laboró en el Instituto Tecnológico de Massachusetts) ya visualizaba el impacto que podría causar dentro de nuestras vidas la Inteligencia Artificial, siendo el inventor de muchos de sus conceptos, sobre todo aquellos que se vinculan con la formación de las redes.
Además, pensó que la Inteligencia Artificial podría salvar al mundo, aunque Marvin Lee Minsky no descarto que esa cualidad resultaría en un poder que se desprendiese de las manos, al profesar que si los ordenadores toman el control de las cosas, tal vez nunca recuperemos esa posibilidad de intervenir, y mientras estos objetos puedan tolerarnos pudiéramos sobrevivir. De lo contrario terminaríamos siendo sus mascotas. Esto fue un planteamiento que expresó en una entrevista que la revista Life le hizo en 1970, cuando no teníamos ni la más remota idea que conoceríamos los ordenadores de sobremesa, la Internet y algunas empresas como Facebook, Apple, Amazon y Google.
Y en todo esto es clave la recopilación de información. Enfocándonos principalmente en Google (por su posición dominante en el negocio de los servicios de Internet), en un principio se dedicaban a conseguir información en forma de texto para la personalización de anuncios. Después. Se avocaron a recopilar imágenes, audios contentivos de la voz de las personas, sus huellas digitales y el reconocimiento del rostro.
Google trata de lavarse las manos
Buscando disminuir las críticas sobre la intromisión de esta empresa en la privacidad de todos nosotros, Google ideó la web “Mi Actividad en Google”, donde cada usuario sabrá lo que recopilan de sí mismo mediante su cuenta de Google, pudiendo ajustar sus niveles de privacidad en el apartado “Mi Actividad”.
Además, podrás revisar las búsquedas que hayas hecho en Google y YouTube (junto a los vídeos que reprodujiste), tus ubicaciones geográficas en Google Maps, las apps que hayas usado, la lista de contactos que mantengas, los calendarios que tengas a la mano, al igual que las órdenes de voz que le diste al asistente de Google y los fragmentos de audio que a modo de entrenamiento este asistente graba. Mejor muestra que esto para percatarse Google sabe mucho de nosotros no puede haber. Es potestativo borrar o dejar cualquier parte de esta información, aunque no es la totalidad de la misma.
También, esto nos brinda la certeza que Google y Facebook pusieron en funcionamiento un canal para la manipulación de la sociedad a escala global, con una alta precisión jamás vista, en medio de una pugna por parte de estas compañías para captar la atención de todos nosotros y aumentar considerablemente sus ingresos.
Las consecuencias de esta vigilancia total online
Una de las consecuencias es que nuestra salud se ve afectada por el dominio que Facebook y Google ejercen sobre nuestras vidas, incidiendo sobre la salud mental ya que es más difícil para una persona desconectarse de la red de redes, aumentando las posibilidades de experimentar sensaciones de ansiedad y estrés, mientras disminuyen las horas para dormir.
También, perjudican a la construcción de una sociedad verdaderamente democrática, puesto que difunden noticias falsas regularmente para favorecer a determinadas posturas que benefician a los centros de poder, contribuyendo a una sociedad segregada y dividida. En cuanto a las relaciones sociales, estas se tornan más virtuales haciendo que sean más importantes emitir “likes” (como los de Twitter o Facebook), que los encuentros personales, consagrando las amistades digitales y las comparaciones entre individuos y objetos.
Y esto se acentúa con el empleo de la Inteligencia Artificial, ya que esta aprende constantemente a abordar a los usuarios con mayor eficiencia, luego de estudiar la forma en que estos se comportan dentro de Internet, aspecto que favorece a las redes sociales porque las personas terminan familiarizándose más rápido con su uso, lo que puede rayar en una especie de adicción.
Y todo se presta para poner en práctica muchos tipos de manipulación social, produciendo que algunos difundan sus ideas con rapidez, algo que de no ser bien usado puede desvirtuar muchas realidades acerca de ciertos grupos sociales mediante mensajes programados (ya sea para uso publicitario o político), o con el empleo de “bots”, para generar una impresión de consenso que realmente es falsa, acerca de un tema específico.
Y a pesar que la televisión es un medio de comunicación y de difusión de información masivo, las redes sociales lo superan en cuanto a la inmediatez y a la frecuencia con la que pueden hacer llegar un mensaje a miles de millones de personas en cualquier fecha del año, sin que importe la hora, lo que redefine las formas en que cada quien lleva su vida social, con la personalización de los contenidos para cada usuario de Internet.
Por último, todas estas webs funcionan con algoritmos que administran su funcionamiento con un alcance masivo, porque así pueden determinar tendencias conspirativas y usuarios falsos. Pero especialmente en el caso de las redes sociales, hay cosas que permiten para que no sean afectados los ingresos en sus arcas. Por ende, Twitter no elimina a los “bots” que están en su plataforma y Facebook personaliza sus contenidos para llamar la atención de más usuarios que se convertirían en posibles consumidores de productos y servicios.
Los algoritmos y su importancia para las empresas de Internet
Pudiéramos decir que un algoritmo es una especie de mecanismo matemático que ayuda a solventar un problema en un tiempo determinado o también, demuestran que tal solución a una situación no existe. Por eso, cada algoritmo implica un procedimiento con el que se genera un efecto deseado para lo que se implementan una serie de instrucciones que involucran fórmulas primordialmente matemáticas, lo que delimitará las acciones con su correspondiente contenido y la secuencia con la que se ejecutarán cada una de estas. Así, se podrá transformar estos datos recolectados inicialmente, en el resultado o finalidad que se aspira conseguir sobre un grupo social, ya que existen empresas e instituciones que los aprovechan para conminar a las personas a que tomen una decisión sobre asuntos que incluso, no son de su agrado o conveniencia.
Cambridge Analytica, Facebook y el uso de algoritmos para manipular elecciones
Dominar el uso de los algoritmos es sinónimo hoy en día de tener el poder, y quien sea capaz de esto terminará ejerciendo el control económico, social y político de una nación, permitiéndose el lujo de hacer la imposición de sus criterios con los que dominarán a muchas otras personas, profundizando la brecha entre los que son dominantes y los que están dominados. .
Para marzo de 2018, se dio a conocer a la opinión pública un trabajo periodístico realizado por The New York Times, de manera conjunta con otros rotativos como The Observer y The Guardian, que abordaba acerca que la empresa Cambridge Analytica consiguió fraudulentamente información referente a una gran cantidad de personas, la cual se empleó para la construcción de perfiles de quienes podrían votar por Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016, lo que facilitó su travesía hacia La Casa Blanca.
Es necesario destacar, que The Guardian habló que sustrajeron la información almacenada en los servidores de Facebook, vinculada con por lo menos 50 millones de personas, cifra que inclusive podría llegar a 75 millones de individuos, en su gran mayoría estadounidenses. Uno de los implicados en esta situación es Robert Mercer, accionista de Cambridge Analytica y financista de partidos de tendencia derechista. El otro involucrado es Stephen Bannon, quien forma parte del consejo de administración de esta sociedad y que ha colaborado directamente con Donald Trump.
Fue tanta la repercusión que alcanzó este problema, que Mark Zuckerberg, propietario y creador de Facebook, debió dar declaraciones públicas en marzo de 2018 con las que admitió que su compañía no custodió adecuadamente esta información de los usuarios, lo que obedeció a que estos compartían sus datos sin darles la protección debida, lo que de acuerdo a su criterio propició la filtración de los mismos hacia el exterior. Asimismo, Zuckerberg mencionó en esta ocasión que no contempló que terceros podrían manipular esos datos personales guardados en Facebook y que evitarían esto para que no volviera a ocurrir.
Cambridge Analytica estuvo en otros países
Pero el escándalo no se limita a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, ya que Cambridge Analytica se dedicó a manipular campañas electorales en muchas otras naciones como Nigeria, Kenia, India, Argentina, entre otros, apareciendo Alexander Nix (quien se desempeñó bajo el cargo de consejero delegado de esta corporación), como responsable principal de estas acciones. Sin embargo, Cambridge Analytica comentó que este trabajo no se relacionaba con ningún valor de la sociedad. A pesar de todo, esta empresa dejó de hacer sus actividades a finales de mayo de 2019.
Esto fue un asunto muy particular, porque sobre todo en el caso de Donald Trump, esta empresa fue clave en su escogencia como el presidente de Estados Unidos, lo que salpicó a John Bolton, quien era asesor de seguridad de Trump y tenía ciertas relaciones con Cambridge Analytica, lo que le permitió obtener información sobre muchas versiones de perfiles de usuarios de Facebook para contribuir a la elección de Trump como presidente estadounidense.
No fue este el único caso con Facebook, ya que en 2014 efectuaron una suerte de experimento con fines psicológicos en el que involucraron a aproximadamente 700.000 usuarios, quienes en realidad no sabían el propósito de este plan, para saber la manera en que reaccionarían frente a un conjunto de informaciones que verían en sus páginas, con lo que se producir un contagio emocional y si esto se podía manipular.
En los procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America), se publicaron los resultados del experimento coordinado por Adam Kramer, quien laboró como científico de Facebook, con los que se demostró que una persona puede transmitir sus emociones a otras, sin que estos últimos se percaten, aparte que no se requiere algún contacto físico o verbal. Solamente se necesitan los comentarios entre los usuarios para propiciar esta clase de contagio emocional y para precisar el origen de esto fueron analizados más de tres millones de comentarios posteados.
Y la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU no se quedó atrás
La NSA (National Security Agency – Agencia Nacional de Seguridad), que depende del Gobierno de Estados Unidos, llevó a cabo el programa PRISM (algo que se supo con un reportaje publicado el 6 de junio de 2013 publicado por The Washington Post), por lo que podía entrar en las compañías de Internet más importantes para obtener cualquier tipo de información a la que consideraba como de carácter estratégico para la seguridad nacional de Estados Unidos. Este programa estaba amparado con la aprobación del Foreign Intelligence Surveillance Act (FISA), instrumento legal federal que permite tales prácticas.
The Washington Post mostró una serie de documentos, con los que explicó la forma que PRISM ayudaba a la NSA a conseguir la información deseada de empresas como Google, Apple, Yahoo, YouTube o Facebook, encontrando enlaces, fotos, textos, archivos, vídeos, entre otros formatos de información con los que puede controlar a los que considere como sus adversarios, oponentes o enemigos.
El sector bursátil no es ajeno a los algoritmos
En el ámbito bursátil, hay que recordar el episodio ocurrido en Wall Street el 6 de mayo de 2010, cuando el índice bursátil industrial Dow Jones perdió 1.000 unidades en pocos minutos, recuperándolas veinte minutos más tarde. Este suceso se denominó como flash crash, causado por algoritmos que se usan en ordenadores cuyo trabajo lo hacen sin intervención humana y así consiguen comprar o vender acciones en la Bolsa, efectuando una serie de transacciones y operaciones bursátiles enmarcadas en estrategias que han sido definidas con antelación.
Además, tenemos a los “quants”, analistas financieros capaces de desarrollar softwares que usan técnicas matemáticas o de la física, especializados en idear algoritmos que sirven para atacar a las empresas que cotizan sus valores en la Bolsa y obtener una gran cantidad de beneficios en dólares.
Instituciones policiales estadounidenses también usaron algoritmos
En la actualidad, la Policía de Chicago puede saber que tan peligrosa es una persona que nunca ha sido detenida por cometer algún delito y de paso, tiene una lista confidencial de 400.000 personas a las que han analizado de acuerdo a su nivel de peligrosidad. Mientras que la Policía de Memphis, en el estado de Tennessee pudo detener en un lapso de tiempo reducido mediante la operación Blue Crush (Criminal Reduction Utilising Statistical History) a 1.200 ciudadanos, con el uso de los algoritmos, instrumento que definitivamente significa un poder político y económico para quien controle su utilización a gran escala y por eso, las instituciones encargadas de administrar justicia pueden saber con bastante anticipación si tienen que juzgar o condenar a un ciudadano, amén que podrán manipular a la opinión pública sobre un hecho concreto.
El aspecto negativo de esto es que la libertad y la justicia de los individuos finalizan abruptamente, porque se anula el principio de presunción de inocencia al que cada persona tendría derecho desde el momento en que se viola el resguardo y privacidad de sus datos personales en Internet. Es una especie de dictadura digital ya que la información perteneciente a cada quien se puede usar por poderes privados y públicos sin control alguno, para controlar a las personas y manipular sus voluntades ya sea con una intención comercial o para sustraerles su voto en “elecciones democráticas”, eventos en los que las agrupaciones políticas pisotean el libre albedrío, desapareciendo lo que conocemos como democracia porque todos los seres humanos quedarán sometidos bajo un poder incontrolable.
Definitivamente los algoritmos están en todo
Ya conocemos a los coches autónomos que toman decisiones automáticas sin consentimiento del propietario, en cuanto a la adquisición del combustible mientras se traslada a una estación de servicio o determinan cual es el concesionario más conveniente para hacerle una reparación al vehículo en un tiempo muy corto o que contacten a otras personas con el propósito de realizar un viaje colectivo sin tomar en cuenta a la opinión del dueño.
Lo mismo pasa con los asistentes personales Google Assistant, Siri, entre otros, que en apariencia sirven de ayuda a los usuarios pero pareciera que en realidad son instrumentos de control sobre las personas, de quienes aprenden constantemente para conocerlos aún más, a medida que usen sus servicios, dado que más allá de vender un bien o un servicio, lo más preponderante es empujar a las personas en la dirección que más les convenga a estas empresas, lo que representaría un sinónimo de manipulación social.
Y muestras de ello tenemos todos los días, como la capacidad de Google para determinar el perfil publicitario que más se adecúe a cada usuario, según el historial de navegación que este desarrolle, o el sistema de recomendaciones de compras que tiene Amazon, con el que influye decididamente en las decisiones de consumo de los clientes, entre otros ejemplos que están encubiertos por las condiciones de uso de estos servicios, que luego de la aprobación de los usuarios, proporcionan a estas corporaciones la capacidad para violentar la propiedad privada que debería existir sobre la información de los usuarios.
Y en definitiva comienza una nueva era en la que los algoritmos tienen un protagonismo muy grande para analizar un caudal enorme de datos mediante ordenadores muy potentes, lo que generará el poder suficiente con el que quienes están en la cúspide de todo esto, sacarán un gran provecho de la Big Data, para imponerse sobre muchos individuos con actitudes vacías, carentes de intelectualidad y sentido común, quienes constantemente serán parte de la mayoría en la que permanecerán dominados y manipulados.
A pesar de todo, podemos alcanzar la libertad financiera
Ya tenemos bien claro el panorama concerniente a la forma en que funciona la Internet del día de hoy, pero no debe ser esto un impedimento para alcanzar la libertad financiera, siendo esta una condición que te permitirá hacer las cosas que para ti son importantes, esforzándote lo suficiente para conseguir dinero. Con la libertad financiera, podrás mantener a tus activos y tu dinero reportándote beneficios constantemente, sin que debas laborar en exceso para este propósito.
Lo positivo de recurrir al uso de Internet para esto, es que es menos costoso iniciar un emprendimiento online en vez de hacerlo a la manera tradicional, porque el capital a invertir será menor. No es muy caro hacer una web site, pagar un hosting y gestionar redes sociales, en comparación con adquirir o alquilar un espacio comercial, gastar recursos monetarios en publicidad, contratar personal, entre otras cosas. También, Internet permite tener un alto poder de convocatoria, porque puedes hacer del conocimiento público con suma rapidez lo que ofreces y comercializas, sobre todo a través de las redes sociales.
La importancia de la libertad financiera es ignorada por muchas personas, quienes simplemente se dedican a realizar lo que han aprendido desde el momento en que nacieron: Trabajar a cambio de una remuneración insuficiente, para lo que dedican muchos años, meses, semanas, días y horas, sin que disfruten de su vida como hubieran querido. Con la libertad financiera, podrás vivir el nivel de vida que siempre has aspirado, sin que dependas de un tercero para ello.
¿Puede ser posible la libertad financiera para cualquiera de nosotros? Algunos considerarían que es un reto increíble para muchos pero tangible para unos cuántos. La verdad es que recurriendo a distintas estrategias, principios y reglas, podrás trabajar con inteligencia bajo el enfoque pertinente que te ayudará a hacer realidad la meta que impone este desafío, buscando que tengas suficientes recursos económicos con los que cubras los gastos de la calidad de vida que deseas disfrutar, gracias a los ingresos pasivos que en un momento dado percibas.
Aspectos elementales para que materialices tu libertad financiera
En primer lugar, debes tener una meta con respecto a tu dinero, lo que te motivaría diariamente para orientarte hacia ese fin, determinando lo que quieres, cuanto quieres, cuando lo quieres, por qué y para qué lo quieres. Esto formará parte de tu visión, porque implica una proyección financiera de futuro, obligándote a ver más allá de lo superficial y de la lógica. En el camino hacia el éxito económico siempre hace falta la orientación de otras personas en algunos aspectos, quienes te pueden servir como mentores y pueden proporcionarte la información necesaria para hacer realidad tu sueño de libertad financiera.
Además, debes tener a la mano una variedad de herramientas que te ayudarán a conseguir tus ingresos pasivos constantes, amén que estos podrían incrementarse con el transcurrir del tiempo, lo que dependerá de la estrategia o plan que te hayas trazado y de la acción inteligente y constante que diariamente ejecutarás para ello.
Nunca dejes de enfocarte en conseguir la meta de libertad financiera que tengas plasmada. No permitas que nada te perturbe en tu propósito primordial, lo que implica una constante disciplina que te emplazará a que edifiques hábitos nuevos en el mundo de las finanzas, con los que superes cualquier reto (especialmente las dificultades), aspecto que conlleva a una dedicación permanente para esto, con la convicción pertinente para lograr las cosas que aspiras. Por último, debes hacer un seguimiento total de tus progresos para realizar el propósito planteado o en su defecto, determinar si más bien estás retrocediendo en la trayectoria a seguir para lograr el éxito financiero, para que hagas los cambios pertinentes de manera oportuna.
Errores que no se deben cometer para alcanzar la libertad financiera
Hay cosas que no debes hacer cuando tratas de alcanzar la libertad financiera. Una de ellas es querer estar libre sin razón alguna, porque teniendo esta actitud caerá en la ociosidad. La verdad es que no tener la intención de estar bajo relación de subordinación laboral, debe ser el motivo principal por el que te debes enfocar para conseguir la libertad financiera, algo en lo que debes pensar diariamente.
Evita ser tacaño, dado que el hecho que debas ahorrar dinero en cosas superfluas, no implica que evites invertir recursos económicos en adquirir conocimientos. Entonces, si necesitas personas que te presten una colaboración, asesoría o servicio en un momento determinado, contáctalos y págales por ello. Lo importante es evolucionar en un lapso relativamente corto.
No te limites exclusivamente a tu manera de pensar. Desechar las experiencias ajenas puede ser un error, ya que de las mismas se puede obtener un gran aprendizaje. Claro está, tampoco es que te debes dejar influenciar del todo por terceros, ya que no debes perder la autonomía en tus decisiones. No asumas obligaciones que no puedas cumplir a la final, porque esto comprometería seriamente su libertad financiera.
Y el error más importante que debes evitar es desentenderse de sus negocios. Las responsabilidades comerciales que hayas asumido previamente, son las que te permitirán proyectarte hacia un nivel más alto de estabilidad económica, saldando las deudas contraídas y ahorrando con inteligencia de cara al futuro. Estos errores básicos son los que debes evitar. Eso sí, el camino para conseguir la libertad financiera no es nada fácil, porque siempre se presentan obstáculos que de una u otra manera, hay que sortear con astucia.
¿Qué hacer para alcanzar la libertad financiera en Internet?
Al momento de hacer un emprendimiento en la red de redes siempre debes dar el ejemplo, para que la relación a establecer con tus clientes dure por un largo tiempo, lo que apuntalará por mucho tiempo tu libertad financiera. Si por ejemplo, se trata de vender un producto o servicio, hay que demostrar las bondades del mismo para hacerle saber al cliente que se puede usar para el fin deseado. Si la experiencia para el cliente es positiva, podría referirte a otros posibles interesados. De lo contrario generarías una reputación negativa ya que ningún cliente es tonto y no se dejará manipular por alguien que apenas conoce.
Es un indicio que la libertad financiera se debe construir paulatinamente, lo que no se logra de la noche a la mañana porque a la final, lo que importa es encontrar oportunidades de captar una clientela seria que pagará lo que consideres que cueste tu producto o servicio. Esto abarca el monitoreo de las actividades de tu competencia, dado que revisando lo que otros hacen te ayudará a compararlo con lo que tu realizas.
Y las redes sociales te servirán de mucho para esto, por la sencilla razón que en las mismas intervienen millones de personas y empresas de muchas partes del mundo, pudiendo interactuar con el mercado de diversas formas para conocer de primera mano intereses, gustos, aspiraciones, deseos, y otras cosas, lo que te ayudará a conseguir nuevos clientes con mayor facilidad, y preservar a aquellos que mantienes desde tiempo atrás.
Esto lo acompañarás con un buen plan de marketing, que estará soportado por la definición del perfil que tendría el cliente interesado en el bien o servicio que ofrezcas y por un argumento convincente para ganarte la confianza de quienes hacen vida en el mercado. Mucho mejor sería si puedes establecer alianza con otras empresas de las que puedas aprovechar su experiencia comercial, para ampliar el espectro con un modelo de negocio que sea más factible, sin dejar de priorizar la creación propia de servicios y productos.
Los espacios virtuales no son adversos realmente
A pesar que la Internet de hoy está plenamente controlada por factores políticos y empresariales que desean manipular a grandes grupos de individuos en función de sus intereses, esto no implica que veamos a la red de redes como un espacio adverso. Al contrario, debemos determinar las oportunidades que Internet nos brinda y saberlas aprovechar al máximo, porque si algo tiene la red de redes es su accesibilidad y diariamente, millones de personas hacen búsquedas de información en Google o crean su perfil en redes sociales Twitter o Facebook y cada individuo puede representar una oportunidad para solidificar un emprendimiento que nos ayude a cristalizar la libertad financiera.