En esta oportunidad queremos hablarte sobre qué es un contrato paga y señal y su diferencia con un contrato de arras. La compra de un inmueble siempre está acompañada de mucha emoción y nerviosismo. Tanto el comprador como el vendedor esperan salir ganando con la transacción, y conservar la buena voluntad de la otra parte. Para que el negocio tenga un final feliz es conveniente sentar unas buenas bases.
Qué es un modelo de contrato paga y señal
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Las transacciones comerciales están altamente controladas por la legislación vigente del país donde se efectúan. Dichas leyes buscan garantizar que se respeten los derechos de las partes involucradas, y que el acuerdo se cierre con éxito. Ahora bien, a lo largo del tiempo se han adoptado costumbres que hasta el día de hoy acompañan a las compraventas, llegando a ser aceptadas y reguladas por la ley.
Una de esas costumbres con carácter legal en nuestro país, se denomina paga y señal. Básicamente consiste en la entrega de una suma de dinero, del comprador hacia el vendedor, como parte del pago por la adquisición de un inmueble. Al aceptar y recibir dicha “señal”, el titular del inmueble queda obligado a entregarlo a quien ha hecho el pago, quien a su vez se compromete a cancelar el resto del monto total, en un plazo específico.
Diferencia entre un contrato paga y señal y un modelo contrato de arras
Al leer la definición de contrato paga y señal, es posible que dé la impresión de ser exactamente lo mismo que un contrato de arras. Esta es una confusión muy común, pero que puede aclararse con facilidad. El contrato de pago y señal se considera desde el mismo principio como una compraventa perfeccionada, mientras que el de arras, como una reserva. Expliquemos en más detalle.
Contrato de arras
Cuando se firma un contrato de arras, la compraventa se ha reservado, no perfeccionado. Esto quiere decir que, ni el titular ha vendido nada, ni el interesado ha comprado nada. Las arras sirven para reservar el derecho a formalizar el contrato de compraventa en un lapso de tiempo determinado, apegándose a las condiciones pactadas.
Como única penalización por incumplimiento está la pérdida de las arras entregadas o la devolución del doble de las recibidas, dependiendo de qué parte haya incumplido.
Contrato paga y señal
Por su parte, un contrato paga y señal puede considerarse como una compraventa en sí mismo, solo que se paga una parte del costo total del inmueble. Desde el momento en que se firma, el comprador pasa a ser el dueño, y el vendedor deja de ser el titular. Cualquiera de los dos puede exigir su derecho, ya sea sobre la propiedad o sobre el importe de pago restante, bajo las condiciones reflejadas en el contrato.
Qué datos debe incluir un modelo contrato paga y señal
Una vez hemos aclarado lo que está implicado en un contrato paga y señal, conviene repasar cuál es la estructura correcta de un modelo de contrato de este tipo. Para que tenga validez legal y proteja las garantías de las partes involucradas, es imprescindible que recoja los siguientes aspectos:
- Los datos identificativos del vendedor y del comprador.
- Una descripción del objeto de compra, con los datos del inmueble que figurarán en el futuro contrato de compraventa.
- El precio y la forma de pago, incluyendo la cantidad entregada como señal y si ésta se incluye o no como parte del costo total.
- Las consecuencias y penalizaciones en caso de haber algún incumplimiento.
- Firma de los pactantes.
- Determinar quién asumirá los gastos inherentes a una compraventa: notaría, registro, gastos de la venta, etc.
Realiza tu compraventa con todas las garantías
Redactar y firmar un modelo contrato paga y señal es un buen comienzo para realizar una compraventa con todas las garantías. Sentar buenas bases disminuye la ocurrencia de contratiempos y ahorra malos ratos. Cuando todo queda por escrito con claridad y minuciosidad, ambas partes obtendrán lo suyo sin morir en el intento.